Nombres populares: Albaricoque canino.
Variedad: Canino.
Familia: Rosáceas.
Origen: España.
Generalidades: Los albaricoques son poco exigentes al frío, los inviernos demasiado templados producen un intenso corrimiento de flores.
Características de la variedad: Árbol de vigor medio y porte ligeramente abierto, productivos y medianamente exigentes en horas de frío.
Flores: Las flores son blancas o rosadas, se abren en la segunda mitad del invierno sobre ramas todavía desnudas.
Frutos: Frutos de tamaño medio, de color amarillo anaranjado, de buen sabor, poco aromáticos y hueso ligeramente adherido ala pulpa. Maduran, bastante uniformemente, alrededor de la primera semana de junio y presenta un buen comportamiento poscosecha y aptitud para la conserva.
Floración: Florece a principios de mayo y localiza las flores, mayoritariamente, en brotes cortos. Presenta caídas importantes de yemas y botones florales, no obstante conviene realizar un aclareo de frutos.
Multiplicación: Por injerto.
Tamaño planta adulta: Puede alcanzar8 metros de altura.
Iluminación: Sol directo, aunque los frutos mas grandes se encuentran sobre ramas sombreadas. Es necesaria una buena protección de los vientos fríos, que podrían dañar las flores y los frutos.
Temperatura: Se trata de una planta muy resistente tanto a temperaturas bajas como altas.
Trasplante: Se efectúa en primavera.
Suelo: El albaricoquero prefiere suelos profundos, fácilmente laborales y francos. No son recomendables para su cultivo los suelos demasiado pesados y húmedos, ni los sueltos y secos.
Riego: Es poco exigente en agua, pudiéndose cultivar perfectamente en secano.
Abonado: Abonar con estiércol al final del invierno o comienzos dela primavera. En los primeros riegos añadir abono mineral complejo.
Podas: Eliminar las ramas secas o deterioradas, aclarar si hay muchas ramas, hasta incluso se puede forzar la fructificación doblando las ramas horizontalmente.
Enfermedades: En invierno hacer un buen tratamiento con anticochinillas y cobre para eliminar las plagas y enfermedades que estarán invernando. Después vigilar el pulgón y el moteado a lo largo del cultivo.
TRATAMIENTO DE LOS FRUTALES:
Los frutales se deben pulverizar dos veces al año: 1º tratamiento se realiza en otoño antes de la caída de las hojas, 2º tratamiento se realiza en primavera antes de la floración.
1 sobre (50 gramos) para 10 litros de agua.
10 c.c. para 20 litros de agua (0.5 c.c. / 1 litro de agua).
Se pueden mezclar los dos productos.